Sería injusto recordar a Henry David Thoreau sólo como un hombre que brilló en el mundo de las letras porque, además de dedicarse a la escritura, este estadounidense de perfil anarquista nacido en Massachusetts el 12 de julio de 1817 en el seno de una modesta familia de comerciantes, desarrolló con éxito muchas otras actividades.
A lo largo de su vida, por ejemplo, el creador de obras como «Walden, o la vida en los bosques» y «Desobediencia civil» fue agrimensor, profesor, guardabosque, carpintero, naturalista, fabricante de lápices y filósofo.
Motivado por su interés en la ecología, en julio de 1845, después de haber vivido por dos años en la casa de su colega trascendentalista Ralph Waldo Emerson, quien fuera estudiante de la Universidad de Harvard (institución en la que llegó a graduarse en 1837) decidió instalarse por dos temporadas en una cabaña rodeada de árboles que él mismo construyó a orillas de un lago conocido como Walden Pond. En 1846, su negativa a pagar impuestos por estar en desacuerdo con la guerra contra México y la esclavitud que admitía su país lo llevó a estar algunos días en prisión.
Mientras vivía en contacto con la naturaleza, Thoreau dedicó sus horas a contemplar el medio ambiente, a tratar de resolver algunos problemas filosóficos y a leer clásicos de las literaturas griega, latina e inglesa.
Una vez que se reincorporó a la vida urbana y volvió a compartir el hogar con sus padres y su hermana, el talentoso autor se dedicó a ampliar su producción literaria. Así nacieron, además de los ya mencionados, trabajos como «Un paseo en invierno», «Historia Natural de Massachusetts», «Una vida sin principios» y «Una semana en los ríos Concord y Merrimack».
Henry David Thoreau, uno de los padres de la literatura estadounidense, falleció el 6 de mayo de 1862.