Gracias a su desempeño en el ámbito literario, el escritor Ion Luca Caragiale no sólo quedó en la historia como uno de los mejores dramaturgos rumanos sino que también logró, tras su muerte, ser elegido miembro de la Academia Rumana.
Este autor rumano que se destacó en el segmento de los cuentos cortos nació el 30 de enero de 1852 en un pueblo de la provincia de Prahova. Durante su etapa académica, Caragiale asistió al instituto Sfinţii Petru şi Pavel de la ciudad de Ploieşti y, más tarde, al Conservatorio de Arte Dramático.
Caragiale era, por ese entonces, un adolescente que, si bien había comenzado a escribir poesías, se había sentido atraído por la actuación. Sin embargo, la muerte de su padre lo obligó a dejar atrás su sueño de convertirse en actor por tener que ocuparse de su familia, con quien se instaló en Bucarest, donde consiguió trabajo como periodista en el periódico «Telegraful».
A partir de entonces, el escritor sería colaborador de otras publicaciones, tales como «Ghimpele» y «Revista contimporana», y redactaría seis números del periódico satírico «Claponul». A fines de 1877, su experiencia se vería ampliada gracias a su participación en «România liberă» y, al año siguiente, en «Timpul», el periódico del Partido Conservador de Rumania.
«Don Leonida frente a la reacción», «Una noche tormentosa», «Después de 50 años», «Una carta perdida», «La calumnia» y «Un cirio pascual» son algunas de las obras creadas por este autor que, desde que debutó en la dramaturgía y hasta 1892, tuvo el respaldo de «Junimea», el círculo literario que presidía el crítico Titu Maiorescu. Gracias a él, Caragiale se convirtió en 1888 en director del Teatro Nacional de Bucarest, el mismo en el que más de diez años antes había sido apuntador y copista.
La muerte de Ion Luca Caragiale se produjo en Berlín el 9 de junio de 1912.
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