La escritora neozelandesa Janet Paterson Frame Clutha, más conocida como Janet Frame, nació en la ciudad de Dunedin el 28 de agosto de 1924, en el seno de una familia humilde compuesta por un obrero ferroviario y una mucama.
Tras haber intentado suicidarse con pastillas, esta joven tímida y solitaria que se preparó como maestra y cursó Psicología en la Universidad de Otago, fue internada en un sanatorio de salud mental donde, de forma equivocada, fue diagnosticada como esquizofrénica.
Por ese entonces, mientras soportaba los duros tratamientos a los que era sometida, Frame comenzó a interesarse por la literatura y comenzó a crear sus propias obras. Gracias a una de ellas, que se tituló «El lago: relatos» y se convirtió en su primer libro de cuentos, la por entonces paciente pudo demostrar su talento como autora, recibió el prestigioso Hubert Church Memorial Award y evitó, de esta forma, que los médicos le efectuaran una lobotomía.
Ya con una realidad más alentadora frente a sus ojos, Janet decidió dedicarse por completo a la creación de relatos y poesías. Con el tiempo, esta actividad no sólo le permitiría acumular numerosos reconocimientos (tales como el Premio Commonwealth de Literatura, el Premio James Wattie y el título de Comendadora de la Orden del Imperio Británico, entre otros) sino también participar como miembro en la Academia Americana de las Artes y las Letras.
«Los búhos no lloran», «Rostros en el agua», «Pájaros de lluvia», «Vida en el Maniototo», «Los carpatianos», «El espejo de bolsillo», «Hacia la isla», «Un ángel en mi mesa» y «El enviado de la ciudad de cristal» (relato que, años después de su aparición, fue adaptado al cine) son sólo algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de esta escritora que falleció el 29 de enero de 2004.
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