Si uno investiga acerca de las obras maestras escritas en lengua checa encontrará, dentro del género narrativo, a «El buen soldado Svejk» (o «Las aventuras del valeroso soldado Schwejk», según las distintas traducciones), una sátira antimilitarista creada por el novelista y periodista Jaroslav Hašek, quien nació el 30 de abril de 1883 en Praga.
Antes de conocer el éxito en el plano literario, el autor se ganó la vida como ayudante de farmacia y en la banca, sector al que llegó a trabajar tras estudiar comercio en su ciudad natal y de donde fue despedido por sus excesos alcohólicos.
En 1907, este checo que ya había dado sus primeros pasos en el mundo de las letras a través de artículos de perfil anarquista, se convirtió en redactor jefe del periódico «Komuna» y en colaborador de otras publicaciones tales como «El horizonte de la mujer» y «El mundo de los animales».
Cuatro años después, Jaroslav Hašek no sólo contraería matrimonio con la escritora Jarmila Mayerová, sino que también fundaría el «Partido del Lento Progreso dentro de los límites de la Ley», a través del cual se presentó como candidato. Por ese entonces, además, el autor comenzaría a robar y traficar perros con el fin de conseguir mayores recursos económicos.
Tras ser abandonado por su esposa (quien decidió llevarse con ella al hijo que habían tenido juntos), Hašek decidió alistarse en el ejército austrohúngaro pero, meses después de haberse incorporado al frente de Galizia, cambió de bando para luchar con los rusos. Una vez concluída la guerra, el bohemio escritor se comprometió de forma voluntaria con la causa bolchevique al tiempo que apoyó a la organización nacionalista conocida como Legión Checa.
De regreso en Praga, Hašek repartió su tiempo entre la política y la publicación de las aventuras de un soldado llamado Svejk, un personaje que, sin duda, le permitió a este escritor checo que falleció el 3 de enero de 1923, quedar en la historia de la literatura de su país.
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