Además de ser un reconocido médico psiquiatra, el argentino Jorge Bucay es un gran escritor que pretende hacer del mundo de las letras una valiosa herramienta terapéutica.
Antes de graduarse como médico en la Universidad de Buenos Aires, este profesional nacido en Buenos Aires en 1949 que decidió especializarse en enfermedades mentales ya sabía lo que era el esfuerzo y el afán de progresar. Con sólo trece años de edad Bucay, impulsado por la mala situación financiera de su familia, comenzó a desarrollar actividades que le permitieran tener ingresos económicos y, en ese marco, no rechazó ninguna propuesta.
A lo largo de su vida, el creador de obras como «Cartas para Claudia», «De la autoestima al egoísmo» y «Amarse con los ojos abiertos» fue vendedor ambulante, agente de seguros, mozo, animador de fiestas infantiles, taxista, artista, colaborador de radio, conductor de televisión, docente, psicoterapeuta de parejas y hasta editor de la revista mensual «Mente Sana».
Aunque a fuerza de trabajo y compromiso logró prestigio y fama a nivel internacional, hace unos años la trayectoria de Jorge Bucay se vio empañada por una polémica que amenazó con restarle credibilidad. Tal como recordará más de un lector, la profesora española Mónica Cavallé no dudó en acusar de plagio al autor argentino, ya que su libro «Shimriti» incluía fragmentos copiados de «La sabiduría recobrada» sin su correspondiente fuente. «El hecho de que haya tomado mis textos y se los haya apropiado no es legítimo», llegó a expresar, por ese entonces, Cavallé ante el diario «Clarín».
Por su parte, el también creador de propuestas como «Déjame que te cuente» y «El elefante encadenado» intentó limpiar su imagen al asegurar de forma pública que el problema se desencadenó por un «error» ya que no se trata de un libro copiado, sino de citas «que no han sido correctamente acreditadas».
Comentarios1
Interesante publicación sobre las obras, inicios y temáticas relacionadas del con escritor Jorge Bucay. Se advierte que desde temprana edad conoció los sinsabores de las carencias económicas que fueron el acicate para impulsarlo a buscar sus soluciones y las encontró. Muy bueno el artículo de Verónica Gudiña. Gracias.
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