Aunque nació en 1864 en París, la infancia y adolescencia del escritor y filólogo francés Joseph Bédier, uno de los romanistas más influyentes de comienzos del siglo XX, transcurrió en la isla de Bourbon, la tierra paterna que abandonó en 1883 para ingresar a la École Normale.
Esa formación académica se vio complementada con las enseñanzas impartidas en las conferencias organizadas por la École des Hautes Études y el Collège de France, donde conoció al filólogo, lingüista y romanista Gaston Paris, quien se transformaría en su maestro.
Tiempo después de haber finalizado sus estudios, este francés que años más tarde llegaría a tener tres hijos con su esposa Eugénie Bizarelli, fue contratado como profesor por la flamante Universidad Católica de Friburgo, donde su perfil agnóstico no era compatible con ese ambiente religioso. En 1891, Bédier volvería a su país natal para ocupar una vacante en la Facultad de Letras de Caen.
En 1914, al estallar la guerra, este escritor que publicó varios de sus trabajos en «Romania» y en la «Revue des Deux Mondes», puso a disposición del Estado Mayor sus conocimientos del idioma alemán, razón por la cual hasta 1920 (año en el que ingresó a la Academia Francesa como reemplazo del dramaturgo Edmond Rostand), Bédier mantuvo obligaciones con el Ministerio de la Guerra.
Nueve años más tarde, este hombre que, a lo largo de su vida, fue reconocido por diversas instituciones públicas (tanto francesas como extranjeras) y tuvo la posibilidad de brindar conferencias en diferentes centros estadounidenses, fue nombrado director del Collège de France.
«Los crímenes alemanes», «Légendes épiques, recherches sur la formation des chansons de geste» y «El romance de Tristan e Isolda» son los títulos más destacados de este autor francés que falleció de forma repentina el 29 de agosto de 1938 en Grand Serre, producto de una congestión cerebral.
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