Desde el 1 de agosto de 1894, día en que nació, hasta el 15 de julio de 2000, fecha en la que falleció, el escritor argentino Juan Filloy vivió sus 105 años con absoluta intensidad. El fútbol lo atrajo desde un lugar diferente al tradicional: nunca se dedicó a ese deporte, pero sí se vinculó a él al ser uno de los socios fundadores del Club Atlético Talleres de Córdoba, un equipo de su ciudad natal que hasta llegó a presidir. También fue miembro de la Federación Argentina de Box y, cuando se mudó a Río Cuarto, colaboró con la fundación del Museo de Bellas Artes y del Golf Club, ambos ubicados en esa ciudad en la que Filloy residió durante 64 años.
En el área educativa, cabe destacar que este abogado recibido en la Universidad Nacional de Córdoba tuvo una activa participación en la Reforma Universitaria de 1918. Por ese entonces, se ganaba la vida como caricaturista.
Pero más allá de sus innumerables ocupaciones (dentro de las cuales se destaca un periodo como juez), la actividad que desarrolló durante toda su vida fue la de escritor. Juan Filloy se mantuvo durante sesenta años como colaborador del diario riocuartense “El Pueblo” y desarrolló más de cincuenta obras repartidas en todos los géneros: realizó desde novelas, cuentos, artículos y ensayos, hasta poesías, relatos y traducciones.
¿Curiosidades de su legado? Muchas. Entre ellas, la gran presencia de palíndromos en sus libros (según los datos históricos, el autor es el mayor realizador de esta clase de palabras en lengua española, después de Víctor Carbajo), sus megasonetos, la coincidencia de siete letras en todos los títulos de sus obras y la creatividad para que cada uno de ellos comience con cada una de las letras del alfabeto. “Aquende”, “Balumba”, “Caterva”, “Don Juan”, “Elegías” y “Finesse” son sólo algunas de sus originales obras.
Como resulta evidente, semejante exponente literario que fue designado miembro de la Academia Argentina de Letras en 1980, no podía quedar al margen de los reconocimientos. Así, a lo largo de su trayectoria acumuló una gran cantidad de distinciones, entre las que se destacan el Gran Premio de Honor de la SADE, la Pluma de Plata del Pen Club, el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Premio Esteban Echeverría y la Pluma de Honor del Pen Club, entre otros. Además, fue nombrado Personalidad Emérita de la Cultura Nacional y, luego, Mayor Notable por el Congreso de la Nación Argentina.
Juan Filloy incluso recibió distinciones internacionales, como cuando fue condecorado en Italia con la Orden al Mérito de la República, o en Francia con el título de Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres.
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