El 10 de julio de 1871, el matrimonio conformado por Jeanne Weil y Adrien Proust, un destacado epidemiólogo francés, se convirtieron en padre de un niño que, con el tiempo, se convertiría en un reconocido escritor.
Como el título de este artículo lo informa, estamos frente a la biografía de Marcel Proust, un joven que cursó sus estudios en el Liceo Condorcet y abandonó la carrera de Derecho para dedicarse a la escritura. En el ámbito literario debutó en 1894 al publicar «Los placeres y los días».
Tiempo después, Marcel comienza a escribir una novela basada en las vivencias de un preso de pasión por el ámbito literario cuya acción transcurre en el París de fines del siglo XIX. Pese a su entusiasmo inicial por este proyecto, Proust lo abandona en 1900 y reemplaza la actividad creativa por la de traducir la obra del inglés John Ruskin. De todas formas, el relato que Proust había comenzado a construir no quedaría en el olvido: aunque de forma póstuma, este trabajo bautizado «Jean Santeuil» sería publicado en 1952.
Entre 1913 y 1927, este novelista homosexual cuya salud se deterioró tras el fallecimiento de sus padres debido a un estado depresivo y a la intensificación del asma que sufría, daría a conocer «En busca del tiempo perdido», su obra más destacada. Dentro de esta colección que fue traducida a una gran cantidad de idiomas se pueden encontrar títulos como «Por el camino de Swann», «A la sombra de las muchachas en flor», «La prisionera» y «El mundo de Guermantes».
Una bronquitis mal tratada hizo que, el 18 de noviembre de 1922, este escritor que años antes había sido galardonado con el prestigioso Premio Goncourt, perdiera la vida. Sus restos fueron trasladados, al igual que ocurrió con su padre y su hermano, al cementerio parisino Pére-Lachaise.
Comentarios1
Una vida muy interesante y muy liberal para la sociedad de esa época... tanto que me gustaría leer alguna obra de él.
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