El 27 de abril de 1874 nació en Londres Maurice Baring, un niño que cursó sus estudios en el Colegio Eton y en el Trinity College y, a lo largo de su vida, se desempeñó como diplomático, lingüista, escritor y periodista.
En ese marco de múltiples actividades, Baring, hijo del Barón Revelstoke, quien por ese entonces dirigía el Banco de Inglaterra, estuvo entre 1898 y 1904 ejerciendo tareas diplomáticas en París, Copenhague y Roma. Tiempo después, dejaría de lado esa labor para incorporarse al diario «Morning Post» como corresponsal de la guerra ruso-japonesa, rol que también ejerció en Rusia y en Constantinopla. Contratado por «The Times», sumó experiencia como corresponsal especial para los Balcanes.
Durante la Primera Guerra Mundial, Maurice Baring se sumó al Royal Flying Corps. y, en 1918, se convirtió en oficial de la Royal Air Force. Tras ese conflicto bélico, quien se convirtiera el 1 de febrero de 1909 al catolicismo, comenzó a explotar su faceta de escritor a través de una gran cantidad de libros.
Amigo de Hilaire Belloc y de G. K. Chesterton, Maurice Baring tenía como particularidad una extraña forma de vincularse con la literatura. Según señalan los datos históricos relacionados a su vida, cuando se sentía atraído por alguna frase o párrafo perteneciente a un libro de su propiedad, procedía a arrancar la página en cuestión y la pegaba en un cuaderno que solía llevar siempre.
«Dear animated bust letters to lady Juliet Duff», «Cat»�s cradle», «The coat without Seam», «Lost diaries and dead letters» y «Tinker»�s leave» son algunos de los títulos que conforman la obra literaria de este multifacético hombre que falleció el 14 de diciembre de 1945, años después de haber comenzado a sufrir una parálisis que lo obligó a abandonar su casa de Rottingdean para mudarse a Escocia, donde fue cuidado por un amigo.
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