El escritor mozambiqueño António Emílio Leite Couto, quien acostumbra firmar sus materiales con el seudónimo de Mia Couto, nació el 5 de julio de 1955 en la ciudad de Beira, la capital de la provincia de Sofala.
Aunque este descendiente de una pareja de emigrantes portugueses mostró desde pequeño una gran afición hacia el universo literario y hasta logró que algunas de sus poesías fueran publicadas por el periódico «Noticias de Beira», en 1971 Couto se mudó a Maputo con el propósito de aprender Medicina en la Universidad Lourenço Marques.
Si bien las cuestiones relacionadas a la salud le atraían, su pasión por el mundo de las letras fue más fuerte y lo impulsó a abandonar su formación académica para probar suerte en el campo periodístico.
A partir de entonces, este destacado escritor inició un camino interesante que le permitió sumar experiencia como periodista en el diario «Tribuna», ser director de la Agencia de Información de Mozambique y de la revista «Tempo», demostrar sus aptitudes poéticas a través de «Raíz de Orvalho» y debutar como cuentista en 1986 por medio de «Vozes anoitecidas».
Con el paso de los años, su producción literaria se ampliaría con crónicas, relatos breves y novelas, muchas de las cuales se encuentran traducidas a idiomas como el español, francés, alemán, sueco, italiano y catalán.
«Cronicando», «Cada hombre es una raza», «Tierra sonámbula», «El balcón del Frangipani» y «El último vuelo del flamenco» son algunos de los títulos que permiten apreciar el talento de este exitoso hombre que, ya consagrado como escritor a nivel internacional, decidió retomar sus estudios universitarios y especializarse en Biología, profesión que suele ejercer cuando sus obligaciones literarias se lo permiten.
Por su destacada labor en el mundo de las letras y en reconocimiento al prestigio alcanzado, en 1999 Mia Couto fue distinguido con el Premio Virgilio Ferreira.
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