Nazim Hikmet Ran fue un escritor y dramaturgo turco nacido el 20 de noviembre de 1901 que, en el mundo occidental, está considerado como el poeta en lengua turca más destacado del siglo XX.
Este descendiente de un matrimonio conformado por un alto funcionario imperial y una reconocida pintora asistió al instituto francés Galatasaray de Estambul y a la escuela naval de Turquía. Tiempo después, este joven que se adhirió al Partido Comunista turco estudió Sociología y Ciencias Económicas en la Universidad de Moscú.
A fines de 1924, Hikmet regresó a Estambul y comenzó a integrar la redacción del diario «Aydinlink» («Claridad»), una publicación perteneciente al Partido Comunista que, en febrero de 1925, fue clausurado. En ese contexto, quienes trabajaban en el mencionado medio fueron detenidos y procesados a excepción de Hikmet, quien logró huir a la ciudad de Esmirna. Sin embargo, fue juzgado en rebeldía y condenado a 15 años de prisión.
De todas maneras, al conocer el fallo el autor volvió a escaparse a la Unión Soviética, donde colaboró con la creación de un teatro-estudio (METLA), que desapareció en marzo de 1927. Al año siguiente, Hikmet regresó a Turquía y, tras pasar seis meses encarcelado, se dedicó a escribir poemas, relatos, novelas, artículos y ensayos para el diario «Akşam».
Tras sumar experiencia como redactor de la revista «Resimli Ay» («Mensual Ilustrado»), Hikmet se dedicó a cultivar su faceta como poeta y así fue que creó «La ciudad que perdió la voz», «¿Por qué se ha suicidado Benerci?» y la antología poética «Telegrama nocturno».
En 1933, el autor fue llevado a prisión debido a una acusación en su contra vinculada a la asociación ilegal y a la implantación del régimen soviético pero, a los dos años, fue beneficiado con una amnistía general. En 1938, este turco que ya había publicado los poemas narrativos «La epopeya del jeque Bedreddin» y «Cartas a Taranta Babd», fue condenado a 28 años y 4 meses de prisión y pasó doce años en la cárcel.
En 1951, gracias a una importante movilización internacional para pedir su liberación, Hikmet consiguió la amnistía. En ese contexto, despojado de su nacionalidad turca, abandona su país de forma definitiva y se exilia como ciudadano polaco.
El 3 de junio de 1963, mientras se encontraba en Moscú, un ataque al corazón terminó con su vida.
Comentarios1
Interesante el periplo vital de Hikmet.
Conozco un poco su obra y me parece muy inspiradora.
Un escritor, realmente, de gran talla.
Sara Vanégas Coveña
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