La escritora Olive Schreiner, una activista política sudafricana que se interesó en gran medida por los derechos humanos, nació el 24 de marzo de 1855 en el seno de una numerosa familia.
Según se desprende de ciertos datos vinculados a su vida, esta autora no tuvo una infancia fácil. Su madre era una mujer muy estricta que le inculcó la autodisciplina, mientras que su padre, un hombre noble pero poco práctico, no supo encontrar la forma de hacerse cargo de la economía familiar y así fue como el grupo cayó en la pobreza.
De todas maneras, Olive no permaneció demasiado junto a sus padres. En 1867, año en que su hermano mayor se convirtió en director, la niña se instaló en Cradock junto a él y otros dos hermanos. A partir de entonces, comenzó a asistir a la escuela y así fue que, por primera vez, recibió educación formal.
Sin embargo, las fuertes creencias religiosas de sus hermanos hicieron que ella emprendiera su propio camino. En este contexto, la joven se desempeñó como institutriz y, tras trabajar en diversas casas, decidió regresar junto a su familia. Por esos años, Olive se dedicó a disfrutar de la lectura y, a pesar de que siempre había soñado con ser médica, debutó como escritora a través de «Undine».
Con el tiempo, esta mujer que supo asistir a los encuentros de la Organización Progresiva, a los de la Comunidad del Nuevo Orden y al Club de Hombres y Mujeres de Karl Pearson, sumó a su producción literaria títulos como «Historia de una hacienda africana», «De hombre a hombre», «La cuestión sudafricana, por una anglo-sudafricana», «Unión cercana» y «La mujer y la labor», entre otros.
Olive Schreiner falleció el 11 de diciembre de 1920. En un principio, su cuerpo fue sepultado en Kimberley pero, al morir su esposo, sus restos fueron enterrados junto a los de él y su hijo en Cradock.
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