Nació en Arezzo, el 20 de julio de 1304, siendo su nombre completo, Francesco Petrarca. Su niñez transcurrió en Aviñón, para luego realizar sus estudios universitarios, junto a su hermano, en las universidades de Montpellier y Bolonia y regresar ambos a Aviñon, entonces sede pontificia, luego de la muerte de su padre, en 1326. Allí realizó los votos eclesiásticos menores, unidad religiosa que lo acompañaría de por vida junto con su vocación humanista que se despertó por la influencia de Giovanni Boccaccio, tendencia que propiciaba la fusión de las ideas paganas con el cristianismo.
Su vida sentimental estuvo ligada a Laure de Noves, a quien le dedicó muchos de sus poemas, sobre todo «Rime in vita e morta de Madonna Laura», luego llamado “Cancionero”. Su encuentro con Laura se produjo el 6 de abril de 1327, viernes santo, en la iglesia de Santa Clara de Aviñón. Era hija de Audiberto de Noves y esposa de Hugus de Sade. Laura falleció en 1348, víctima de la peste negra.
En 1330 entró al servicio del cardenal Giovanni Colonna. Viajó por Francia, Alemania y Roma.
En 1337, durante su estadía en Vaucluse, inició la redacción de su poema “África”.
En 1341, recibió la corona de poeta, en la ciudad de Roma.
En 1345 descubrió en la biblioteca capitular de Verona el manuscrito de las Epístolas familiares de Cicerón, hallazgo trascendente en el desarrollo del humanismo.
Podemos dividir la obra de Petrarca en dos grupos, según se trate de escritas en latín o en italiano, aunque en ambas se fusionan la herencia espiritual y religiosa de la Edad media, su profundo amor hacia la antigüedad grecolatina, hacia su patria y hacia el humanismo.
En latín están escritos el poema “África”, en honor a Escipión el Africano; las “Epístolas”, veinticuatro libros de cartas de muy diversos temas y destinatarios; “Carmen bucólico”, doce églogas a imitación de Virgilio, y el tratado “De viris illustribus” (1338) colección de biografías de hombres célebres de la antigua Roma; “El secretum”(1343) diálogo en sueños entre el autor y San Agustín y el tratado “De vita solitaria” (1356), apología de una vida solitaria en comunión con la naturaleza y con Dios.
Escribió en italiano “El Cancionero”, colección de 317 sonetos, 29 canciones y otras composiciones, donde consolida el prestigio lírico de la lengua toscaza, y “Triunfos”, iniciado antes de 1340 y terminado en 1374; compuesto por seis cuadros: el Triunfo del Amor, del Pudor, de la Muerte, de la Fama, del Tiempo, y de la Eternidad.
Su poesía ejerció influencia en Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora (en España), William Shakespeare y Edmund Spenser, en Inglaterra.
Los últimos años de Petrarca transcurrieron al servicio de los Visconti, de Milán, y de la república de Venecia.
En 1368 se retiró a un pueblito en los Montes Euganeos, donde falleció como consecuencia de un síncope, el 19 de julio de 1374.
Comentarios1
es genial la historia sus poemas fueron bellos,hermosos,prechocho.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.