El poeta y dramaturgo rumano Vasile Alecsandri, quien también se dedicó al ámbito político y diplomático, nació el 21 de julio de 1821 en la ciudad moldava conocida como Bacău, donde su familia poseía algunas tierras.
Tiempo después de haberse mudado con sus padres y hermanos a una enorme hacienda ubicada en un pueblo cercano al río Siret, donde fue formado por un monje de Maramureş, el joven Vasile estudió en un internado de élite para chicos llamado Victor Cuenim. A partir de 1834, su aprendizaje continuaría en París vinculado a la química, el derecho y la medicina, aunque pronto dejaría todo para dedicarse a la «pasión» de su vida: la literatura.
Así fue entonces que, en 1838, Alecsandri comenzó a dar sus primeros pasos en el ámbito literario a través de ensayos escritos en francés. Dos años más tarde, luego de viajar por Italia, España y el sur de Francia, fue nombrado director del Teatro Nacional de la ciudad de Iaşi y escribió su primera obra de teatro, a la que tituló «Farmazonul din Hârlău».
A lo largo de su trayectoria, este autor colaboró en diversas publicaciones escritas en rumano, tales como «Dacia literară» y «La Abeja Rumana», y hasta editó una denominada «Propăşirea». Sin embargo, también tuvo tiempo para incursionar en la política. En ese marco, por ejemplo, fue uno de los líderes del movimiento revolucionario de Iaşi, escribió poemas como «El despertar de Rumania» y el manifiesto «Los deseos del Partido Nacional de Moldavia» y, tras ser designado por el político Alexandru Ioan Cuza, se desempeñó como ministro de Asuntos Exteriores.
«Hora Unirii», «Miezul Iernii», «La pequeña estrella», «Lagrimitas», «Serile la Mirceşti», «Iarna», «La Gura Sobei», «Despot-Vodă», «Sânziana şi Pepelea» y «Viva el Rey» son algunas de las obras escritas por este escritor rumano que falleció, víctima de cáncer, el 22 de agosto de 1890.
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