Detrás de los llamados libros de autoayuda existe una gran cantidad de autores que intenta, a través de la literatura, transmitir a los seres humanos pautas o consejos que pueden llegar a ser útiles a la hora de crecer como personas y alcanzar objetivos. Uno de esos hombres que busca ayudar a los otros por medio de contenidos literarios es Wayne Dyer, un experimentado psicoterapeuta estadounidense que nació en la ciudad de Detroit el 10 de mayo de 1940.
En la actualidad, quien fuera alumno del Denby High School vive en Hawaii y es padre de ocho hijos. A lo largo de su vida, este doctor en Psicología por la Universidad de Wayne ha logrado sumar experiencia tanto en el ámbito educativo como en el literario.
Su trayectoria, como sabrán aquellos que se hayan interesado en la figura de este autor que ha contraido matrimonio en tres oportunidades, no sólo incluye colaboraciones en varios periódicos, la participación en programas de radio y televisión, el dictado de múltiples conferencias y actividades docentes, sino también la publicación de numerosos libros que se enmarcan en la denominada psicología humanista.
A partir del lanzamiento de títulos como «Tus zonas erróneas» (obra que ha tenido su propio espacio en Poemas del Alma), «El cielo es el límite», «La felicidad de nuestros hijos», «Tus zonas sagradas», «Construye tu destino», «La sabiduría de todos los tiempos», «Diez secretos para el éxito y la paz interior», «El poder de la intención» y «En busca del equilibrio», entre otros, Wayne Dyer ha podido transmitir sus conocimientos y convertirse en referente de numerosos lectores.
Hoy en día, este escritor estadounidense es famoso a nivel internacional porque muchos de sus trabajos han sido traducidos a distintos idiomas y se han vuelto materiales de lectura indispensables para aquellos que confían en la literatura de autoayuda.
Comentarios1
Efectivamente, sus libros son una ayuda incurstionable en momentos puntuales de la vida. La "Sabiduría de todos los tiempos" fue mi texto preferido y cotidiano diría que años segidos...
Vaya desde aquí mi admiración y afecto agradecido y sincero hacia este autor.
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