La española Blanca Álvarez González, una talentosa mujer que dejó una huella imborrable en la cultura de su país por dedicarse al periodismo y a la creación literaria, nació el 8 de septiembre de 1957 en la localidad asturiana de Cartavio.
Tras cursar el bachillerato en una institución académica ubicada en Gijón, esta autora que exploró los géneros del ensayo, la novela y la poesía asistió a la Universidad de Oviedo con el objetivo de formarse en Filología Románica y Derecho.
Quien fuera recompensada con el Premio Internacional de Poesía Cálamo y el XIII Premio de Literatura Infantil Ala Delta elaboró relatos tanto para adultos como para los lectores más jóvenes. Al hacer foco en su producción, por lo tanto, quedan al descubierto propuestas como “Milú, un perro en desgracia”, “La agonía de los deseos”, “El puente de los cerezos”, “Las niñas no hacen ruido cuando mueren” y “Caracoles, pendientes y mariposas”.
Para satisfacción de los aficionados a la lectura, el legado de Blanca es enorme y valioso. Gracias a su trabajo, además de acumular popularidad y prestigio a escala internacional cosechó múltiples galardones. El Premio de la Crítica de Asturias y el Premio Destino Infantil Apel•les Mestres son parte de los reconocimientos que exaltaron su figura.
Blanca Álvarez González encontró la muerte el 14 de febrero de 2021 en Oviedo. El mejor homenaje que se le puede hacer desde entonces es mantener vigente su obra para que cada vez más personas disfruten y aprendan por medio de sus publicaciones. Más allá de tener en cuenta los libros de su autoría señalados líneas arriba resulta interesante prestarle atención a materiales como “El escritor asesino», “Palabras de pan”, “Witika, hija de los leones”, “Una tropa de hermanos”, “El curso en que me enamoré de ti”, “Periodistas, búlgaros y rubias”, “La verdadera historia de los cuentos populares” y “Los gatos se enamoran en carnaval”, entre muchos otros.
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