El 12 de enero de 1849 comenzó a escribirse en la por entonces República de la Nueva Granada la historia de vida de Candelario Obeso, quien a lo largo de su existencia se destacó como catedrático, dramaturgo y escritor.
Este hombre, descendiente de la pareja integrada por María de la Cruz Hernández y Eugenio María Obeso, cursó sus estudios en el Colegio Pinillos así como también en la institución educativa fundada por Tomás Cipriano de Mosquera en Bogotá. Tiempo después continuó su formación durante dos temporadas en las Facultades de Ingeniería, Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional.
Si bien le atraía el universo literario, para subsistir en una realidad económica precaria desarrolló múltiples actividades. Tradujo tratados de táctica militar, elaboró manuales para la enseñanza de diferentes idiomas, dictó clases en una escuela y trabajó en un consulado. A partir de 1873, Obeso logró que varios textos de su autoría se publicaran en las páginas de diferentes revistas y periódicos, consiguiendo así mayor visibilidad pese a que la crítica no lo respaldó por ese entonces.
“Cantos populares de mi tierra”, “La familia Pigmalión”, “Lecturas para ti”, “Secundino el zapatero” y “Lucha de la vida” son algunos de los materiales que permiten apreciar su talento para la escritura.
En pareja con una costurera de su localidad natal llamada Zenaida, este autor que llegó a obtener el grado de sargento mayor tras combatir en la guerra civil de 1876 tuvo tres herederos que, lamentablemente, fallecieron a poco de haber llegado al mundo.
Un impacto de bala en su abdomen provocó que, el 3 de julio de 1884, Candelario Obeso falleciera en Bogotá. En relación a su muerte, hay versiones que enmarcan el lamentable episodio en un accidente (con esta explicación se difundió la noticia en su momento), mientras que otras apuntan a un caso de suicidio.
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