Carlo Collodi

Hay escritores cuya figura se difumina detrás de su personaje más célebre. Son autores que resultan poco conocidos para el público, o que al menos no cuentan con la fama de alguna de sus criaturas.

Ese es el caso del italiano Carlo Lorenzo Filippo Giovanni Lorenzini, quien adoptó el pseudónimo de Carlo Collodi para firmar sus trabajos literarios. Collodi era el nombre del pueblo natal de su madre, ubicado en la región de Toscana.

Este literato quedó a la sombra de Pinocho, su “hijo” más reconocido. De hecho, la popularidad de la marioneta que Collodi imaginó fue creciendo con el paso de los años y su creador no llegó a apreciar la trascendencia de su obra.

Sus padres, la criada Angiolina Orzali y el cocinero Domenico Lorenzini, trabajaban al servicio del marqués Ginori. Collodi nació el 24 de noviembre de 1826 en Florencia y en su juventud asistió a un seminario, aprendiendo Filosofía y Retórica. A través de sus estudios tuvo la oportunidad de acceder a materiales que se encontraban prohibidos por las autoridades religiosas.

En la primera guerra de la independencia italiana, que tuvo lugar en 1848, Collodi se sumó al ejército de Toscana como voluntario. Su interés por las cuestiones políticas se vio reflejado en sus primeros textos, que aparecieron en el diario Il Lampione.

Collodi además integró el ejército piamontés en la segunda guerra de la independencia. Por entonces ya había publicado su novela “Un Romanzo in Vapore”. Al finalizar el conflicto bélico, presentó relatos como “Occhi e Nasi” y “Macchiette”.

Su acercamiento a la literatura infantil se produjo en 1875, cuando tradujo cuentos de hadas de Charles Perrault. Cinco años después, empezó a escribir la trama que le permitiría quedar en la historia de las letras.

“Storia di un burattino” apareció semanalmente en el periódico Il Giornale dei Bambini entre 1882 y 1883. Más adelante, ya convertida en libro, se conoció como “Le avventure di Pinocchio”: es decir, “Las aventuras de Pinocho”. Entre las múltiples adaptaciones de Pinocho, se destaca una película animada de 1940 producida por Walt Disney.

Carlo Collodi falleció el 26 de octubre de 1890, a los 63 años de edad. Sus restos reposan en la Basílica de San Miniato al Monte.