El 15 de octubre de 1922 se produjo en la ciudad española de San Roque la llegada al mundo del escritor, psiquiatra y neurólogo Carlos Castilla del Pino.
Este autor, que cultivó el hábito de la lectura desde temprana edad, fue alumno del Colegio Salesiano ubicado en la localidad de Ronda. Ya en su adolescencia, cursó parte del bachillerato en Sevilla, donde recibió formación académica en el marco de la Orden de los Escolapios. Y para especializarse en Medicina, se instaló en Madrid para asistir a la Universidad Central.
En 1942, Castilla del Pino inició su trayectoria como docente en una cátedra de Patología Médica. Un año después, amplió sus conocimientos en el área de Psiquiatría del Hospital Provincial de la capital española, donde tuvo oportunidad de entrar en contacto con el neurólogo Manuel Peraita. Entre 1945 y 1949, además, este profesional participó en el Departamento de Histología del Sistema Nervioso del Instituto Cajal localizado en Madrid: a partir de entonces, fue director del Dispensario de Psiquiatría ubicado en Córdoba, ciudad donde también estuvo a cargo de los Servicios Provinciales de Psiquiatría e Higiene Mental.
“La unidad sensoriomotriz en la esfera óptica”, “El proceso de degradación de las estructuras delirantes”, “Una investigación de teoría psicopatológica” y “El delirio, un error necesario” son parte de sus obras especializadas. Cabe resaltar que, además, este español enriqueció al mundo de las letras con materiales de ficción como “Una alacena tapiada” y “Discurso de Onofre”, además de lanzar su autobiografía titulada “Pretérito imperfecto”.
Carlos Castilla del Pino, quien a lo largo de su trayectoria acumuló distinciones como la de ser Hijo Predilecto de Andalucía, ocupó un sillón en la Real Academia de la Lengua Española y recibió galardones como el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos, murió a raíz de un cáncer el 15 de mayo de 2009.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.