Carlos Montemayor

Poeta, novelista, cuentista, ensayista, traductor, cantante y activista social: el mexicano Carlos Antonio Montemayor Aceves tuvo una vida intensa. Su nacimiento se produjo el 13 de junio de 1947 en Hidalgo del Parral, una ciudad que pertenece al estado de Chihuahua.

Montemayor se formó en la Universidad Autónoma de Chihuahua, estudiando Derecho, y luego obtuvo una maestría en Lenguas Iberoamericanas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En El Colegio de México, en tanto, aprendió varios idiomas.

Estos antecedentes académicos le permitieron ejercer la docencia en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM y dictar conferencia en más de una veintena de naciones. Gracias a su dominio de distintas lenguas, pudo traducir obras del brasileño Lêdo Ivo, el portugués Fernando Pessoa, el griego Píndaro y el romano Virgilio, entre otros autores clásicos y modernos.

Como escritor se dio a conocer con el libro de cuentos “Las llaves de Urgell”, que le permitió obtener el Premio Xavier Villaurrutia. Con el tiempo incrementó su producción con trabajos de múltiples géneros, como “Guerra en el Paraíso”, “Finisterra”, “Chiapas. La rebelión indígena de México”, “Las armas del alba”, “Minas del retorno”, “La guerrilla recurrente” y “Los informes secretos”.

Montemayor fue el fundador de la revista Casa del Tiempo de la UAM y dirigió la redacción de la revista de la UNAM. También colaboró con Excélsior, Diálogos y otras publicaciones mexicanas.

A través de sus textos, sus declaraciones y sus acciones, Montemayor se comprometió con la defensa de las comunidades indígenas y de los sectores sociales más desfavorecidos. En este marco se mostró cercano al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) encabezado por el Subcomandante Marcos.

Este miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua además incursionó en el terreno musical. Como tenor, llegó a grabar varios discos.

Un cáncer estomacal provocó la muerte de Carlos Montemayor el 28 de febrero de 2010. Al año siguiente, el autor fue homenajeado en el Patio Central del Palacio de Gobierno de Chihuahua con un altar de muertos.