Carlos Pereyra

El mexicano Carlos Hilario Pereyra Gómez, quien además de destacarse como escritor supo desempeñarse como historiador, diplomático y abogado, llegó al mundo en la ciudad de Saltillo el 3 de noviembre de 1871.

Este autor, descendiente de la pareja formada por María de Jesús Gómez Méndez y Miguel Pereyra Bosque, se instruyó durante su infancia y juventud en instituciones como el Colegio de San Juan, el Ateneo Fuente y la Escuela de Derecho de la Universidad de México.

Ya recibido de abogado, trabajó en la Ciudad de México como defensor de oficio. En el estado de Coahuila, en tanto, integró la comisión calificadora de Hacienda. También sumó experiencia como agente del Ministerio Fiscal, trabajó en instituciones de su país como profesor y, en Monterrey, asumió la dirección del periódico “El Espectador”.

Quien fuera colaborador de medios como “El Mundo Ilustrado”, “Revista Positiva” y “El Norte”, asimismo, formó parte del Tribunal Internacional de Arbitraje de La Haya, tuvo cargos en la embajada mexicana localizada en la ciudad estadounidense de Washington y consiguió empleo en el Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés.

“Historia de Coahuila”, “Juárez discutido como dictador y estadista”, “El mito de Monroe”, “La conquista de las rutas oceánicas”, “Los archivos secretos de la historia” y “El fetiche constitucional americano: De Washington al segundo Roosevelt” son parte de su legado literario.

Instalado desde 1916 en suelo español, Pereyra aportó textos a Editorial América y publicó materiales de su autoría en “Revista de Indias”. La muerte de este escritor que fue parte de la Academia Mexicana de la Historia y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua se produjo el 29 de junio de 1942 en Madrid. Seis años después de su deceso, sus restos fueron devueltos a México: desde entonces, Carlos Pereyra descansa en el Panteón de Santiago de la Rotonda de los Coahuilenses Distinguidos.