Carmen Acevedo Vega

La periodista y escritora ecuatoriana Carmen Acevedo Vega, descendiente de la pareja compuesta por Obdulia Vega Andrade y José L. Acevedo Quiroz, abrió por primera vez sus ojos al mundo el 16 de julio de 1913 en Guayaquil.

Tras pasar la primera etapa de su vida en una propiedad que su progenitor tenía en la ciudad de Naranjal, donde entró en contacto con la naturaleza y el entorno campesino, la autora cursó la escuela primaria en el colegio La Inmaculada ubicado en su localidad natal.

A medida que fue creciendo, Carmen dejó aflorar su interés por la actuación y el universo teatral, así como manifestaba su pasión por las veladas literarias. Después de completar dos temporadas de educación media quiso continuar su formación pero su padre no aceptó que fuera a la Unidad Educativa Vicente Rocafuerte. Desde entonces, se instruyó de manera autodidacta leyendo clásicos, novelas y biografías.

En 1929, algunos contenidos poéticos de su autoría aparecieron en revistas ecuatorianas. Más tarde, una sugerencia paterna la impulsó a aprender música y canto. Por ese entonces también recibía clases de bordado y costura.

El periodismo lo ejerció hacia 1935 en el periódico El Universo, medio al que renunció en 1938 con el objetivo de sumarse en Cuenca al equipo de redacción del diario El Mercurio.

Respecto a la esfera íntima de esta mujer que se vinculó a la Casa de la Cultura Ecuatoriana y participó en la Unión de Mujeres Americanas hay que señalar que, en 1945, contrajo matrimonio con Vicente Idrovo Valdivieso, junto al cual tuvo a su hijo Luis. La pareja llegó a su fin en 1953.

“Camino sin retorno”, “Espacio y luz”, “Latitud amarga” y “Páginas de ayer” son parte de las obras que integran su legado. A lo largo de su trayectoria literaria, Carmen recibió distinciones como la Medalla al Mérito Literario otorgada por el municipio de Guayaquil y el Premio al Mérito Cultural de Primera Clase concedido por el Ministerio de Educación y Cultura de su país.

Carmen Acevedo Vega murió el 28 de abril de 2006 en la urbe que la había visto nacer.



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