El escritor francés Jean-François Casimir Delavigne nació el 4 de abril de 1793 en El Havre, una ciudad que se encuentra en la región de Normandía. Con la intención de que pudiera formarse en el Lycée Napoleon, su familia lo envió a París cuando apenas tenía 8 años. Allí lo acompañó su hermano.
Ávido lector desde temprana edad, Delavigne se acercó a la poesía en su adolescencia. En 1811, inspirado en el nacimiento del hijo de María Luisa de Austria, escribió el poema “Dithyrambe sur la naissance du roi de Rome”, que tuvo una buena recepción.
Más adelante, la batalla de Waterloo (1815) lo motivó a crear dos poemas que le permitieron alcanzar un gran reconocimiento: “La Bataille de Waterloo” y “Devastation du Muse”, en los cuales recurrió al patriotismo y también hizo menciones de cuestiones políticas. Luego añadió un tercer poema, titulado “Sur le besoin de s’unir après le départ des étrangers”. Estas obras fueron reunidas en “Les Messéniennes”, un libro que apareció en 1818 y vendió unos 25.000 ejemplares.
Gracias a su fama, Delavigne fue nombrado bibliotecario honorario sin tener que cumplir con ninguna obligación. Al año siguiente de la publicación de “Les Messéniennes”, Delavigne presentó una obra teatral (“Les Vêpres Sicilienne”) que se estrenó en el Odeón parisino.
Enfocado en su rol de dramaturgo, Delavigne –quien en 1825 ingresó en la Academia Francesa– incrementó su producción con “Comédiens” y “Paria”. Convertido en bibliotecario del Palais-Royal, escribió en los años siguientes obras como “École des vieillards”, “La Princesse Aurilie” y “Marino Faliero”. También creó “La Parisienne”, una canción que fue utilizada como himno nacional de Francia entre 1830 y 1848.
Casimir Delavigne falleció el 11 de diciembre de 1843 en Lyon, luego de una breve estancia en Italia. Veinte años más tarde, sus poemas fueron reunidos en “Poèsies” y sus obras teatrales, en “Théâtre”.
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