Tener la posibilidad de formarse con pensadores de talla de Jacques Lacan y Claude Lévi-Strauss debe ser un privilegio para cualquier persona dedicada a tareas intelectuales. La francesa Catherine Clément tuvo esa suerte y hoy está entre las filósofas, críticas literarias y novelistas más reconocidas de su país.
Nacida el 10 de febrero de 1939 en Boulogne-Billancourt, Clément se crió en una familia con raíces judías y católicas. Sus abuelos judíos no pudieron escapar de la barbarie del nazismo y murieron en Auschwitz cuando Catherine tenía apenas cinco años de edad.
Clément estudió filosofía en la École Normale Supérieure y con poco más de veinte años ya se desempeñaba como profesora agregada en La Sorbona. En 1959 comenzó a participar de seminarios de Lacan, mientras que tres años después estudió junto a Lévi-Strauss. Clément, de este modo, dedicó su primer ensayo al famoso antropólogo francés.
En una entrevista con El País en 1984, Clément comentó que tuvo la suerte de vivir el Mayo Francés como docente pero “casi también como alumna”, ya que había estudiantes de su clase que eran más jóvenes que ella.
A partir de aquel primer ensayo dedicado a Lévi-Strauss, Clément comenzó una fecunda carrera como escritora, publicando tanto ensayos como novelas. “El viaje de Teo”, “Azul cero”, “El juego de la verdad”, “Lo femenino y lo sagrado”, “La reina de los cipayos” y “Por amor a la India” son algunos de sus libros más populares.
Clément también desarrolló una gran carrera en los medios de comunicación, dirigiendo la sección cultura de Le Matin durante seis años y entrevistando a personalidades como François Mitterrand y Jean Paul Sartre.
Catherine Clément además trabajó para el gobierno francés, realizando tareas diplomáticas y difundiendo la cultura de su nación en otros países. Gracias a sus diferentes trabajos y esfuerzos, fue reconocida como comandante de la Legión de Honor y dispone de la Orden Nacional del Mérito en grado de Gran Oficial.
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