Christine de Pisan

Hace mucho tiempo, cuando ninguno de nosotros existía y las mujeres se encontraban en una posición muy relegada respecto a los hombres, la literatura se vio enriquecida con los aportes de Christine de Pisan. Sobre ella y su legado ya hizo referencia Tes Nehuén en otro artículo de Poemas del Alma, pero hoy retomaremos la información para ofrecer más detalles de la vida y obra de esta escritora que nació en Venecia en 1364.

De manera autodidacta, la descendiente del astrólogo, canciller y físico Thomas de Pizan aprendió latín, francés e italiano. A temprana edad, Christine manifestó gran interés por el archivo real de Carlos V de Francia, rey que conoció de cerca gracias al trabajo de su padre en la corte.

Con apenas 25 años, la autora quedó viuda y con tres hijos menores a cargo. Se había casado en 1380 con un secretario de esa corte llamado Étienne du Castel y conformaban una familia feliz, pero la muerte se interpuso entre ellos y arruinó sus planes. Como también sufrió por ese entonces la pérdida de su padre, De Pisan se hizo cargo además de su madre y otros familiares. La situación económica del clan era difícil y, para subsistir, la joven comenzó a crear canciones y poemas que no tardaron en trascender y en ser bien recibidas a nivel general.

“Las epístolas de Otea a Héctor”, “Libro de la mutación de la fortuna”, “Los hechos y buenas maneras del rey Carlos V”, “La visión de Christine” y “La ciudad de las damas” son algunos de los títulos que forman parte de su producción literaria y que están disponibles en distintos idiomas.

En 1418, la también responsable de “El libro de las tres virtudes” y “Canción en honor de Juana de Arco” se mudó a un convento, donde murió en 1430.