La vida del escritor, periodista y dramaturgo chileno Daniel de la Vega Uribe, el segundo descendiente de la pareja integrada por Agustina Uribe y Daniel de la Vega, comenzó el 30 de junio de 1892 en la ciudad de Quilpué.
Quien fuera alumno del Colegio Alemán de Valparaíso se instaló en 1910 en Santiago, donde profundizó su interés y pasión por el universo teatral y el mundo de la poesía. Dos temporadas más tarde, época para la cual ya había mostrado su talento para la poesía a través de “Al calor del terruño”, comenzó a sumar experiencia como redactor, rol que ejerció en publicaciones como “Pluma y Lápiz”, “La mañana”, “La época”, “El Mercurio” y “Las últimas noticias”. Que se hayan incluido poemas de su autoría en una antología denominada “Selva Lírica” lo ayudó por esos años a incrementar su popularidad.
“Los momentos”, en tanto, fue un libro suyo que se publicó después de que una encuesta llevada a cabo en 1918 por la revista “Zig-Zag” lo consagrara como “el poeta más leído” de ese año.
Con el tiempo, la producción literaria de este hombre que trabajó entre 1920 y 1923 en la Biblioteca Nacional de Chile se ampliaría con propuestas como “Las montañas ardientes”, “Caín, Abel y una mujer”, “Romancero”, “La Quintrala”, “Reino de angustias”, “La sonrisa con lágrimas”, “Mansión desvanecida”, “La comarca nocturna” y “La pobre talega de estrellas”. Cabe destacar que por su buen desempeño para la escritura, este autor de obras teatrales, poesías, cuentos y crónicas fue distinguido en varias oportunidades, obteniendo reconocimientos como el Premio Atenea, el Premio Nacional de Literatura, el Premio Nacional de Periodismo y el Premio Nacional de Arte.
Daniel de la Vega, quien en 1953 fue escogido como agregado cultural de la embajada chilena en España, encontró la muerte en Santiago de Chile el 29 de julio de 1971.
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