Ida Vitale, Mario Benedetti e Idea Vilariño son algunos de los referentes de la Generación del 45, un grupo que congrega a destacados escritores uruguayos que se dieron a conocer entre 1945 y 1950. En ese conjunto también suele ser incluido Domingo Luis Bordoli Castelli.
Nacido el 21 de julio de 1919 en Fray Bentos, la capital del departamento de Río Negro, Bordoli creció en el seno de una familia de origen italiano. Pasó buena parte de su infancia y de la juventud en Mercedes, capital de Soriano, y luego se instaló en Montevideo.
Bordoli estudió en el Instituto de Profesores Artigas y ejerció la docencia en diversos establecimientos educativos. En su vivienda montevideana solía organizar veladas literarias, a las cuales asistían sus alumnos y también diversos escritores.
Bordoli escribió críticas literarias, ensayos y cuentos, además de prólogos para otros autores. El Ciudadano y El País son algunos de los periódicos que publicaron textos de su autoría. En 1946, por otra parte, Bordoli fue premiado por su cuento “La pradera”, que presentó en un certamen que organizó el semanario Marcha. A la hora de escribir una autobiografía para acompañar la publicación del relato, dijo haber sido camarero, actor, repartidor de almacén, guitarrero y futbolista.
Dos años después, Bordoli estuvo entre los fundadores de Asir, una revista literaria que existió entre 1948 y 1959 y que también funcionó como editorial. A través de este emprendimiento lanzó, en 1960, el libro de cuentos “Senderos solos”, que decidió firmar como Luis Castelli. La obra incluye once relatos que ya había presentado en la prensa y uno inédito titulado “El entierro”.
“Vida de Juan Zorrilla de San Martín” y “Los clásicos y nosotros” son otros trabajos escritos por Domingo Bordoli, quien integró la Academia Nacional de Letras de Uruguay y creó las letras de varios tangos. Su fallecimiento tuvo lugar el 29 de noviembre de 1982 en Montevideo.
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