La ciudad chilena de Valparaíso es la tierra de nacimiento de Joaquín Edwards Bello, Roberto Ampuero y Fernando Emmerich, entre otros escritores. También en Valparaíso nació Edgardo Garrido Merino, un autor y diplomático que llegó al mundo el 1 de noviembre de 1888.
Tras completar su formación en Valparaíso, Garrido Merino se instaló en Santiago y comenzó a trabajar para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Su primera designación como diplomático se produjo en 1913, cuando fue enviado a una localidad española como cónsul honorario.
A partir de entonces residió fuera de su país por más de tres décadas, viviendo sobre todo en España, donde impulsó su carrera literaria que había iniciado publicando cuentos en el diario El chileno. En suelo español, Garrido Merino tuvo la posibilidad de conocer a Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Pío Baroja y otros grandes escritores.
“Mis pantalones”, presentada en 1910, fue su primera obra teatral. Con los años incrementó su producción con otras obras de teatro, pero también con cuentos y novelas.
“El chaleco”, “El hombre en la montaña”, “Siempre Caín”, “María de los Ángeles”, “La estirpe” y “El barco inmóvil” son otros de sus libros, la mayoría de los cuales fueron editados en el extranjero. Hay que tener en cuenta que Garrido Merino vivió en Buenos Aires (Argentina), Nueva York (Estados Unidos), Madrid (España) y otras ciudades antes de regresar, ya en la vejez, a Chile.
Su talento, de todos modos, no pasó desapercibido entre sus compatriotas. En 1972, Garrido Merino fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura de Chile, galardón que recibieron Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Nicanor Parra, entre otros grandes. Además obtuvo el Premio Municipal de Literatura de Santiago, el Premio Camilo Henríquez y otras distinciones. Su fallecimiento tuvo lugar el 5 de julio de 1976 en Santiago.
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