En cantonés se utiliza la expresión “Sui Sin Far” para aludir a la flor de narciso y así eligió firmar sus obras la autora inglesa Edith Maude Eaton, cuya vida y obra vamos a repasar en los párrafos siguientes.
Esta mujer, una de las integrantes de la populosa familia armada por Grace Trefusis y Edward Eaton, nació el 15 de marzo de 1865 en la ciudad de Macclesfield. Este nutrido clan, a comienzos de 1870, se instaló por un breve periodo de tiempo en el estado de Nueva York (residiendo en Hudson) para mudarse poco después a Montreal.
A fin de colaborar en su hogar en materia económica, Edith abandonó su formación académica y se dedicó a trabajar. Pese a la falta de recursos monetarios, tanto ella como sus hermanos estuvieron bien educados por sus padres, quienes los estimularon a nivel intelectual: así fue como llegó, en su juventud, a aportar textos a medios como “Daily Witness” y “Montreal Star”. Cabe destacar que Winnifred, una de sus hermanas, también incursionó en la creación literaria, adoptando Onoto Watanna como seudónimo.
Con los años, esta inglesa que vivió en San Francisco, Seattle y Boston repartió sus días entre su rol de secretaria y el desarrollo de su carrera como escritora.
“Mrs. Spring Fragrance”, “Chan Hen Yen, Chinese student…” y “A chinese Ishmael and other stories” son algunas propuestas de lectura que conforman el legado de esta escritora que jamás contrajo matrimonio.
Cabe destacar que Edith Maude Eaton encontró la muerte el 7 de abril de 1914 en Montreal y sus restos fueron llevados al cementerio Mount Royal. A mediados de la década del ’90, Annette White-Parks lanzó un libro centrado en la biografía de esta intelectual que, bajo el título de “Sui Sin Far / Edith Maude Eaton: A literary biography”, ha permitido darle a esta exponente del mundo de las letras, una gran notoriedad entre diferentes generaciones de lectores.
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