Obras como “La muerte tiene permiso”, “El libro de la imaginación” y “Por caminos de Proust” tienen como autor a Edmundo Valadés Mendoza, un promotor del género del cuento que, en América Latina, impulsó la microficción.
A fin de recordar los aspectos más sobresalientes de su vida y obra, a continuación reconstruiremos sus vivencias y aportaremos información de interés sobre su trayectoria en materia intelectual.
Este hombre que además de dedicarse a la creación literaria ejerció el periodismo y fomentó tanto los encuentros de escritores como el dictado de talleres de escritura, llegó al mundo el 22 de febrero de 1915 en la ciudad mexicana de Guaymas (estado de Sonora), aunque desde edad temprana residió en la capital de su país.
Publicó artículos suyos en medios como “Así” y “Hoy”, mientras que en junio de 1939 lanzó junto a Horacio Quiñones su propio medio: “El Cuento. Revista de Imaginación”. Asimismo, escribió críticas literarias en “Uno más uno”, “Excélsior” y “El Día” y desempeñó varias funciones en el diario “Novedades”. Tampoco se pueden pasar por alto su trabajo en el Centro Mexicano de Escritores ni su rol como subjefe en la oficina de prensa perteneciente a Presidencia de la Nación.
Valadés, quien presidió entidades como la Asociación de Escritores de México y la Asociación de Periodistas Cinematográficos de México, a lo largo de su carrera fue merecedor de reconocimientos como el Premio Rosario Castellanos, el Premio Nacional de Periodismo y la Medalla Nezahualcóyotl. La Universidad de Sonora, en mayo de 1987, lo condecoró con un Doctorado Honoris Causa.
Es interesante tener en cuenta que, en honor al también responsable de “Sólo los sueños y los deseos son inmortales, palomita”, surgieron el Premio Nacional Edmundo Valadés y el Concurso Latinoamericano de Cuento que lleva su nombre.
La muerte de este editor e intelectual mexicano se produjo el 30 de noviembre de 1994 en la Ciudad de México.
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