La responsable de propuestas de lectura como “La princesa que pedía la luna” y “El zarapito plateado” es Eleanor Farjeon, una mujer que vale la pena tener siempre presente por las valiosas contribuciones que ha hecho, principalmente, dentro de la literatura infantil.
Hoy es una buena oportunidad para leer sus obras, la mayoría de ellas disponibles en inglés, y repasar las vivencias de esta autora cuyo nombre identifica a un premio en su honor que se concede de manera anual. Dorothy Butler es una de las intelectuales que ha obtenido este reconocimiento.
En relación al origen de Eleanor Farjeon hay que decir que “Nellie”, tal como la apodaba su círculo íntimo, se crió en un hogar donde el arte estuvo siempre presente ya que su padre era escritor y esa pasión no solo la marcó a ella sino también a sus hermanos Herbert y Joseph, mientras que Harry, el mayor de los hijos de Benjamin y Maggie Jefferson, fue compositor. Su nacimiento se produjo en Londres el 13 de febrero de 1881.
Desde edad temprana entró en contacto con los libros ya que, por problemas de salud, debió ser educada en su casa. Por estímulo paterno, además, elaboró historias desde que aprendió a escribir.
Por su buen desempeño en el mundo de las letras, Farjeon fue merecedora de varias condecoraciones y tuvo el honor de ser la ganadora de la primera edición del Premio Hans Christian Andersen, un galardón que se otorga desde 1956 y que, desde entonces, ha realzado las figuras de Astrid Lindgren, Katherine Paterson y María Teresa Andruetto, por ejemplo.
Esta creativa de imaginación ilimitada que publicó materiales ilustrados por Edward Ardizzone y resumió su historia en una autobiografía además de animarse a elaborar contenidos poéticos que aparecieron en medios como “The New Leader”, “The Herald” y “Reynold’s News” y sátiras encontró la muerte el 5 de junio de 1965.
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