A comienzos de 2018, Tes Nehuén publicó en Poemas del Alma una “Entrevista para el recuerdo” centrada en Elvira Orphée. En esta oportunidad, la idea es repasar la vida y obra de esta autora argentina para renovar el interés general sobre ella y permitir que los más jóvenes se interesen por su legado.
El nacimiento de esta mujer que desarrolló cuentos y novelas se produjo el 29 de mayo de 1922 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Su frágil salud la obligó a pasar sus primeros años en reposo pero, con el tiempo, pudo desplegar sus alas para conquistar el mundo valiéndose de la fuerza y del poder de adaptación que descubrió para sobreponerse a los obstáculos y de la imaginación que cultivó desde temprana edad inventándose historias para entretenerse mientras luchaba contra diversas enfermedades.
La escritora llegó a Buenos Aires en la década del ’40 y se instruyó en Letras. Formó una familia con tres herederas junto al diplomático, arquitecto y pintor Miguel Ocampo. Por razones laborales de su esposo vivió algunas temporadas en Roma y, por ese entonces, entabló vínculos de amistad con intelectuales como Elsa Morante, Alberto Moravia e Ítalo Calvino.
Tras retornar a su patria, Orphée viajó a la capital de Francia, donde fue contratada por el sello Gallimard para desempeñarse como consejera de Literatura Latinoamericana.
“Dos veranos”, “Aire tan dulce”, “En el fondo”, “Su demonio preferido”, “La última conquista de El Ángel”, “Las viejas fantasiosas” y “Ciego del cielo” son parte de los materiales de lectura que permiten apreciar las habilidades de Elvira para la escritura.
Es interesante resaltar que, a lo largo de su trayectoria, la también responsable de títulos como “Uno” y “La muerte y los desencuentros” fue distinguida con galardones como el Segundo Premio Municipal de Novela 1967 y el Primer Premio Municipal de Novela 1969.
La vida de Elvira Orphée llegó a su fin en Buenos Aires el 26 de abril de 2018.
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