El escritor Emili Teixidor i Viladecàs falleció hace unos años pero su esencia sigue viva en la literatura catalana. Hoy, a fin de renovar el interés general por el legado de este hombre que además de crear textos se licenció en Periodismo, Derecho y Letras y sumó experiencia como maestro, repasaremos su vida y obra.
El municipio de Roda de Ter lo vio nacer el 22 de diciembre de 1932, mientras que toda Cataluña fue testigo de sus logros como narrador a partir de fines de la década del ’60, cuando sus textos empezaron a cautivar tanto al público como a la crítica. Lectores de diversas edades se deleitaron con propuestas como “El soldat plantat”, “Dídac, Berta i la máquina de lligar boira”, “Retrat d’ un assassí d’ ocells”, “El llibre de les mosques” y “Els convidats”. Cabe destacar asimismo que varios relatos de Emili, entre los cuales aparecen “Marcabrú y la hoguera de hielo”, “La vuelta al mundo de la hormiga Miga”, “Un aire que mata”, “El crimen de la Hipotenusa”, “Pan negro” y “La hormiga Miga en la biblioteca”, están disponibles en castellano.
Por su buen desempeño en el campo de la ficción, a lo largo de su trayectoria fue merecedor de distinciones como el Premio Joaquim Ruyra de Narrativa Juvenil, el Premio Lletra d’Or, el Premio Joan Crexells, el de la Crítica de Serra d’Or y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
El también creador de guiones de cómic y colaborador de periódicos y revistas consiguió visibilizar aún más su labor como novelista cuando, en 2010, salió a la luz la adaptación cinematográfica (rodada en catalán) de “Pan negro”.
Lamentablemente, un cáncer le quitó vitalidad en el último tramo de su existencia, llevándolo a la muerte el 19 de junio de 2012 en Barcelona, tal como en su momento informamos en este portal literario.
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