Emmanuel Bove

Fruto del vínculo entre Henriette Michels, una mujer oriunda de Luxemburgo, y Emmanuel Bobovnikoff, un hombre nacido en Rusia, el 20 de abril de 1898 llegó al mundo en París el escritor Emmanuel Bobovnikoff, más conocido a nivel literario bajo el seudónimo de Emmanuel Bove.

Este autor que en la adolescencia resolvió dedicarse a la creación de novelas estudió varios años en la capital de Francia, aunque terminó diplomándose en Ginebra. Entre 1915 (época en la cual falleció su progenitor) y 1916, además, tuvo la posibilidad de ampliar sus conocimientos en territorio inglés.

Al retornar a su localidad natal, Emmanuel empezará a aceptar distintos empleos con el objetivo de independizarse y solventar sus gastos más allá de seguir residiendo junto a su madre de modo esporádico.

En 1921, según se advierte al repasar sus vivencias, convivió unos meses en la zona periférica de Viena con una profesora llamada Suzanne Vallois, junto a la cual tuvo una hija a la que bautizaron como Nora.

Quien trabajara como cronista para medios como «Paris-Soir», «Détective» y «Le Quotidien» inició su camino en la ficción firmando relatos con el alias Jean Vallois.

“Mis amigos” (material distinguido en 1928 con el Premio Eugène Figuière), “Corazones y rostros”, “El presentimiento”, “Un padre y su hija”, “La trampa” y “Huida en la noche” son algunos de los libros que permiten apreciar en castellano las habilidades narrativas de este francés que, gracias a su talento, captó la atención de Colette y otros intelectuales. La ayuda de Louise Ottensooser (su esposa desde 1930) fue clave para terminar de consolidarse y obtener reconocimiento en el ámbito cultural.

El también responsable de “Diario escrito en invierno” y “Un hombre de talento” vivió algunos años en Argelia, donde continuó ampliando su producción. Allí adquirió una enfermedad que arruinó su salud y lo llevó a la muerte el 13 de julio de 1945 en París. Sus restos, desde entonces, descansan en el Cementerio de Montparnasse.