El crítico literario, profesor y escritor argentino Enrique Anderson Imbert llegó al mundo el 12 de febrero de 1910 en la provincia de Córdoba. Apenas cuatro años después, una mudanza familiar lo hizo conocer la ciudad de Buenos Aires.
En 1918, el clan vuelve a cambiar de residencia: esta vez, con destino a la localidad de La Plata, donde el pequeño Enrique asiste al Colegio Nacional. Ya en su adolescencia, regresó a suelo porteño para especializarse en Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires.
“Vigilia”, “El mentir de las estrellas”, “Estudios sobre escritores de América”, “Los primeros cuentos del mundo”, “Las pruebas del caos”, “El estafador se jubila”, “La locura juega al ajedrez”, “Dos mujeres y un Julián”, “El tamaño de las brujas”, “La buena forma de un crimen” y “Consenso de dos” son parte de los títulos que permiten apreciar su talento para la escritura. Gracias a su buen desempeño en el campo de la escritura, recibió distinciones como el tercer Premio Municipal de Literatura y el Premio Konex – Diploma al Mérito, entre muchas otras.
Cabe destacar que, además de publicar un gran número de libros, Anderson Imbert acumuló una amplia experiencia como docente. Tras desempeñarse en la Universidad de Cuyo, el también editor de la sección literaria de “La Vanguardia” fue contratado por la Universidad Nacional de Tucumán. En 1947, marchó a suelo estadounidense beneficiado con una beca de la Universidad de Columbia y pronto empezó a dar clases en la Universidad de Michigan. En la Universidad de Harvard (donde consiguió un Master of Arts), en tanto, llevó adelante la cátedra de Literatura Hispanoamericana.
Quien fuera parte de la Academia Americana de Artes y Ciencias y a partir de 1979 fuera integrante de la Academia Argentina de Letras, falleció en Buenos Aires el 6 de diciembre de 2000.
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