Al hacer foco en la historia de la literatura argentina adquieren protagonismo múltiples hombres y mujeres que, en distintas épocas, consiguieron dejar su impronta cultural a fuerza de talento y pasión por la escritura. Entre esas figuras está Enrique Banchs, un hombre que nació el 8 de febrero de 1888 en Buenos Aires y logró destacarse como poeta hallando inspiración en el Siglo de Oro español. Vale la pena viajar en el tiempo para reconstruir sus vivencias y traer al presente su atractivo legado, conformado por obras concebidas para lectores de diferentes edades.
Además de incursionar en la creación literaria, este intelectual sumó experiencia en el plano periodístico, aportando textos a la revista “Atlántida” y el diario “La Prensa”. Asimismo, quien fuera integrante de la Academia Argentina de Letras y presidiera durante varias temporadas la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) estuvo al frente de la dirección de la publicación “El Monitor de la Educación Común” y plasmó versos de su autoría en el primer número de “Nosotros”.
A lo largo de su trayectoria, Banchs desarrolló sonetos y, focalizándose en el público infantil y juvenil, elaboró cuentos y relatos que, en algunas ocasiones, quedaban como anónimos y, otras veces, firmados con seudónimos como E. Lloret o J. Olive.
Tan valioso ha sido su trabajo como escritor que, así como lo condecoraron con distinciones como la Faja de Honor concedida por la SADE y el Premio Severo Vaccaro, su nombre fue elegido para bautizar una biblioteca y una entidad educativa, por ejemplo. Ha dejado, por recordar algunos títulos de su producción que aún pueden disfrutarse en la actualidad, propuestas como “Las barcas”, “El libro de los elogios”, “El cascabel del halcón”, “Para contar al hermanito”, “Cuentos para sonreír y pensar”, “La varita robada” y “La urna”.
Cabe destacar que Enrique Banchs encontró la muerte en Buenos Aires el 6 de junio de 1968.
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