El escritor y maestro Ernst Wiechert, quien nació el 18 de mayo de 1887 en una localidad de Prusia Oriental, llegó a ser, en los años ’30, uno de los novelistas más influyentes dentro del territorio alemán.
La infancia del descendiente de la pareja compuesta por Henriette y Emil Martin Wiechert transcurrió en una zona boscosa. Con el tiempo se instaló en Königsberg, donde asistió a la universidad popularmente conocida como Albertina y dio clases, a partir de 1911, en el Royal Hoof Gymnasium.
Una temporada más tarde contrajo matrimonio con Meta Mittelstädt y, en 1914, se postuló al Ejército en condición de voluntario, pero un problema renal lo dejó, momentáneamente, afuera de la convocatoria.
Después sí logró llegar al frente de batalla y ser recompensado por su desempeño, capacitándose como oficial y sufriendo heridas en más de una ocasión.
En 1929, Wiechert, que había sido padre en 1917, quedó viudo. A tres temporadas de esa pérdida, este escritor que sumó experiencia docente en Berlín celebró su boda con Paula Marie “Lilje” Junker.
Una vez afincado en Ambach, Ernst dejó de dar clases para dedicarse exclusivamente a la escritura.
Como se manifestó abiertamente en contra del nazismo, sus presentaciones quedaron prohibidas, textos suyos circularon por Alemania de manera ilegal y la Gestapo lo tuvo en la mira. El 8 de mayo de 1938, además, fue encarcelado, periodo que concluyó con él confinado al campo de concentración de Buchenwald.
«El bosque de los muertos», “La vida sencilla”, “Bosques y hombres” y “El cisne no canta al morir” son algunos de los libros editados en español que aún invitan a apreciar las habilidades literarias de este hombre que, en sus inicios como autor, apeló al seudónimo de Ernst Barany Bjell para firmar sus historias.
Cabe destacar que Ernst Wiechert encontró la muerte en la ciudad suiza de Stäfa el 24 de agosto de 1950.
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