Eugenia Marlitt

El 5 de diciembre de 1825 llegó al mundo, en la ciudad alemana de Arnstadt, la escritora Friederieke Henriette Christiane Eugenie John, popularmente conocida bajo el seudónimo de Eugenia Marlitt.

Esta autora, heredera de un talentoso pintor, fue educada en su hogar hasta que, en su adolescencia, asistió al conservatorio imperial situado en Viena. Su incursión en el ámbito de la ópera fue acertada y le dio satisfacciones, pero una afección en el oído que terminó por generarle sordera arruinó esa carrera que parecía prometedora.

Con el tiempo, sin embargo, encontró otra afición que la sacó del anonimato y le permitió quedar en la historia de su país por sus contribuciones culturales: la escritura.

“Los doce apóstoles” se titula la novela que, en 1865, consiguió espacio en las páginas de “Die Gartenlaube”. Una temporada más tarde, su figura alcanzó una notoriedad considerable gracias a la excelente repercusión de un relato suyo que, en español, se ha presentado como “Liz, la de los cabellos de oro”.

El dinero que juntó a partir de la venta de sus obras lo invirtió en Villa Marlitt, la propiedad que construyó en su localidad natal y en la cual se instaló en 1871 en compañía de su padre.

Pese a sus constantes problemas de salud, agudizados en el último tramo de su existencia por un cuadro de artritis que la dejó en silla de ruedas, Eugenia jamás interrumpió su actividad literaria. Sus libros, muy valorados por el género femenino, se tradujeron a múltiples idiomas y han tenido varias ediciones, llegando así a lectores de diferentes nacionalidades y épocas. Tras su deceso, se recogió su legado en diez tomos que vieron la luz en Leipzig.

Además de tener en cuenta las opciones de lectura mencionadas líneas arriba, aquellos que desean apreciar en español las habilidades narrativas de Marlitt pueden darle una oportunidad a “Barba Azul”, “El secreto de la solterona”, “La princesita de los Brezos” y “La criada del alcalde”.

Cabe destacar que, al momento de morir (hecho que se produjo el 22 de junio de 1887 en su localidad de origen), la escritora tenía una novela en marcha, ficción que fue completada por una colega suya y apareció póstumamente bajo la denominación de “La casa de los búhos”.