El 2 de mayo de 2018, en Poemas del Alma informamos que había muerto en territorio madrileño el escritor español Eugenio de Nora. Su edad avanzada y un estado delicado de salud motivado por diversas dolencias fue un combo fatal para un proceso gripal que culminó con una insuficiencia respiratoria pese al esfuerzo de los médicos que lo atendieron hasta último momento. Hoy, a fin de renovar el interés general por el legado de este hombre cuyos restos descansan en el cementerio de Fuencarral, vamos a repasar su vida y obra, destacando en primer lugar que su llegada al mundo se produjo el 13 de noviembre de 1923 en Zacos, una localidad perteneciente al municipio de Magaz de Cepeda.
También vale la pena resaltar que este español que en 2001 recibió el Premio de las Letras de Castilla y León fue uno de los impulsores de la revista “Espadaña”.
“Cantos al destino”, “Amor prometido” y “Contemplación del tiempo” fueron algunas de las creaciones de su autoría que aparecieron en la década del ’40. A fines de esos años, este especialista en Filología Románica se mudó a Suiza, donde trabajó en la Universidad de Berna dando clases de Literatura Española hasta que, en 1989, llegó el momento de su jubilación.
En 1953, época en la que amplió su producción con “Siempre” y “España, pasión de vida”, Eugenio fue recompensado con el Premio Boscán. Su figura recobró notoriedad en 1975 como consecuencia del lanzamiento de “Poesía (1939-1964)”, una antología donde aparecen composiciones incluidas en un poemario denominado “Angulares”.
“La novela española contemporánea” es otra opción de lectura que enriquece la producción de De Nora, a quien se señala como uno de los promotores de la llamada poesía testimonial. Lamentablemente, su trabajo creativo se interrumpió en el último tramo de su vida ya que un derrame cerebral lo expuso a una degeneración cognitiva que se fue haciendo más intensa con el correr del tiempo.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.