El nacimiento de Eugenio Florit y Sánchez de Fuentes se produjo el 15 de octubre de 1903 en Madrid. Su padre, Ricardo Florit, era español, mientras que su madre, María Sánchez de Fuentes, era oriunda de Cuba.
Pese a haber nacido en la capital española, Eugenio Florit se crió en Cataluña. Entre los 2 y los 6 años de edad residió en Barcelona con sus padres y luego, hasta los 15, en Portbou. En 1918, se trasladó a Cuba.
Florit se formó en el Colegio de La Salle y más adelante estudió Leyes y Derecho Público en la Universidad de La Habana. En suelo cubano comenzó a escribir, publicando trabajos como “Treinta y dos poemas breves”, “Reino”, “Doble acento” y “Monólogo de Charles Chaplin en una esquina”.
La mayor parte de su producción, de todos modos, la desarrolló en Nueva York, adonde llegó en 1940 para desempeñarse en el Consulado General de Cuba. En esta ciudad estadounidense vivió durante más de cuatro décadas y conoció a escritores como Luis Cernuda, Pedro Salinas y Jorge Guillén, entre otros.
Profesor del Barnard College de la Universidad de Columbia, Florit incrementó su producción literaria con “Asonante final”, “Conversación a mi padre”, “Poema mío”, “Hábito de esperanza” y “Hasta luego”, entre otros libros. Además fue colaborador de publicaciones como Revista de Avance, Revista Hispánica Moderna de Nueva York y La Gaceta Literaria.
Tras viajar por México, Italia, Francia, Suiza, Bélgica, España e Inglaterra, en 1982 se radicó en Miami. Allí, el 22 de junio de 1999, Eugenio Florit falleció a los 95 años. La Medalla Mitre de la Hispanic Society of America y el Premio Fray Luis de León son dos de los galardones que recompensaron su trabajo literario.
Cabe destacar que, desde 1997, la biblioteca del Centro Cultural Español de Cooperación Iberoamericana –cuya sede se encuentra en Miami– lleva su nombre a modo de homenaje.
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