Federigo Tozzi

El primer día de 1883, en la ciudad italiana de Siena, se produjo el nacimiento de Federigo Tozzi. Su padre, de origen rural, era un hombre de carácter fuerte y gran rudeza, características que atormentaron al sensible niño.

Tozzi tuvo muchos problemas en la escuela y así pasó por diversos centros educativos, incluyendo una institución arzobispal, una entidad de bellas artes y una escuela técnica. Más allá de sus inconvenientes para integrarse a la vida académica y desarrollar sus estudios, Tozzi se acercó a la literatura a través de la Biblioteca Comunal de Siena. En este recinto, de manera autodidacta, adquirió una importante formación. En 1902, finalmente, dejó de lado los estudios formales.

“Ciudad de la virgen” fue la primera obra literaria de Tozzi que alcanzó una cierta repercusión. En aquel incipiente siglo XX, Tozzi se encargó de compilar trabajos de antiguos autores de Siena hasta que, en 1907, se marchó de su ciudad natal para trabajar en un ferrocarril.

El fallecimiento de su padre un año después lo obligó a regresar a su tierra. A partir de ese momento comenzó a desarrollar su etapa más prolífica y exitosa en el plano literario, publicando novelas como “Bestias”, “El poder” y “Los ojos cerrados” (que se convirtió en una ópera bajo el nombre de “Tres cruces”).

Casado con Emma Palagi, con quien anteriormente mantuvo un intercambio epistolar que fue compilado en un libro titulado “Novale”, Tozzi fundó una publicación literaria en 1913 y colaboró con diversos medios de comunicación.

Voluntario de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial, Tozzi entabló luego amistad con importantes intelectuales italianos, entre quienes se encontraba Luigi Pirandello.

El 21 de marzo de 1920, una pulmonía acabó con la vida de Federigo Tozzi. Su hijo Glauco se encargó de organizar el material inédito de su padre y así, con los años, se presentaron obras póstumas como “Recuerdos de un empleado”, “Los egoístas” y “El poder”.