Fernando Fernán Gómez

Escritor, guionista, director de teatro, cineasta, actor… Fernando Fernández Gómez, más conocido como Fernando Fernán Gómez, fue un hombre que explotó su creatividad en distintos ámbitos. Nacido el 28 de agosto de 1921 en Lima (Perú), su partida de nacimiento fue realizada en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina) varios días después.

Esto se debió a que su madre, la actriz Carola Fernán Gómez, se encontraba de gira por Sudamérica cuando quedó embarazada. Fernando fue un hijo extramatrimonial, fruto del vínculo entre Carola y Luis Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero. Pese a que el niño nació en Perú, su nacimiento fue registrado algunas jornadas más tarde en Argentina.

Fernán Gómez de este modo, creció con la nacionalidad argentina. De todos modos, a los pocos meses de vida fue llevado a Madrid (España) con su abuela. Completó el bachillerato después de la Guerra Civil y comenzó a estudiar Filosofía y Letras. Sin embargo, decidió convertirse en actor y dejó sus estudios para sumarse a la compañía de Laura Pinillos en 1938. Cinco años después, debutó en cine.

Su carrera actoral fue un éxito. Trabajó bajo las órdenes de Luis García Berlanga, Carlos Saura, Pedro Almodóvar y Juan Antonio Bardem, entre otros, y obtuvo reconocimientos como el Oso de Plata y el Premio Goya. Además, en los años ’50 empezó a dirigir obras de teatro, cine y TV.

La literatura también estuvo entre sus pasiones y, a partir de la década de 1980, comenzó a publicar novelas y obras teatrales con frecuencia, luego de haber colaborado con El País, Diario 16 y otros medios.

“El mal amor”, “El viaje a ninguna parte”, “El mar y el tiempo”, “La cruz y el lirio dorado” y “Capa y espada” son algunas de sus principales novelas. Como dramaturgo sobresalen “Las bicicletas son para el verano”, “Los domingos, bacanal”, “Del Rey Ordás y su infamia” y “Marido y medio”.

Fernán Gómez también escribió poesía (reunida en “El canto es vuelo”), ensayos y memorias. El Premio Planeta y el Premio Fastenrath son algunos de los galardones que reconocen su talento literario.

En 2000, Fernando Fernán Gómez se sumó a la Real Academia española, ocupando el sillón B hasta el día de su muerte: 21 de noviembre de 2007. Doce años antes había recibido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y, tras su muerte, fue condecorado de manera póstuma con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el sabio.