El 30 de mayo de 1922 se produjo en la localidad chilena de Bulnes el nacimiento de Fernando González-Urízar, un escritor especializado en el género poético cuyas obras, con el correr de los años, han sido traducidas a un gran número de idiomas.
Este hombre que cursó Humanidades bajo la orden de los Padres Escolapios y asistió en Santiago al Instituto Luis Campino inició estudios de Derecho y Arquitectura pero no llegó a concluir ninguna de estas carreras. En 1949, este chileno que ganó popularidad internacional por su actividad literaria comenzó a trabajar en el Servicio de Impuestos Internos, donde se mantuvo hasta mediados de la década del ’70.
Con los años, González-Urízar tuvo oportunidad de recorrer numerosas naciones y de, por ejemplo, desempeñarse como poeta residente en la Universidad de California ubicada en Los Ángeles, donde asistió al Decimotercer Congreso de Literatura Iberoamericana en calidad de huésped de honor.
En su país natal, en tanto, fue miembro de número y censor de la Academia Chilena de la Lengua, presidente de la Asociación Chilena de Escritores, presidente de honor del Ateneo de Santiago y vicepresidente de la Sociedad de Escritores de Chile.
“La eternidad esquiva”, “Las nubes y los años”, “Los sueños terrestres”, “Los signos del cielo”, “Domingo de pájaros”, “Tañedor de lluvias”, “Musgo de soledad”, “Saber del corazón”, “Ruiseñor de la luna”, “Oficio de tinieblas” y “Del amor sin fin” son algunos de los títulos creados por este escritor que, a lo largo de su trayectoria, acumuló distinciones como el Primer Premio de Poesía de la Federación de Estudiantes de Chile, el Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Santiago, el Premio Internacional de Poesía Leopoldo Panero y el Premio Academia Chilena de la Lengua, entre otras.
El 20 de julio de 2003, Fernando González-Urízar encontró la muerte en Santiago de Chile.
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