El 1 de julio de 1886, en Arauco, se produjo el nacimiento del chileno Fernando Santibáñez Puga. Un hombre que quedó en la historia literaria de su nación como Fernando Santiván, el pseudónimo que eligió para firmar sus obras.
En su infancia, tras el fallecimiento de su madre en 1894, vivió en las ciudades de Valparaíso, Chillán y Santiago. Santiván se formó en el Instituto Nacional de la capital chilena y en la Escuela de Artes y Oficios, una institución que lo expulsó al promover una huelga de estudiantes.
Santiván continuó sus estudios en la Universidad de Chile, cursando dos carreras simultáneas en el Instituto Pedagógico pero sin llegar a graduarse en ninguna. En 1909, con el libro de cuentos “Palpitaciones de vida”, debutó en el terreno literario.
Un año después, la novela “Ansia” le permitió quedarse con el primer premio del Concurso del Centenario. Pese a sus recurrentes problemas económicos, Santiván logró ir forjando una trayectoria profesional en el mundo de la literatura.
En los años siguientes fue director de la Pluma y Lápiz, El Correo de Valdivia y Revista del Pacífico; se desempeñó como secretario de la Sociedad de Escritores de su país; colaboró con diversos periódicos y revistas; y fue secretario general de la Universidad Austral de Chile.
Durante un tiempo Santiván se radicó en Villarrica, dedicándose a actividades agrícolas y trabajando como docente rural. Estas experiencias fueron retratadas en varios de sus trabajos literarios.
“La hechizada”, “El crisol”, “Charca en la selva”, “El bosque emprende su marcha”, “Memorias de un tolstoyano” y “Bárbara” son otros de sus libros, que le permitieron obtener en 1952 el máximo galardón de las letras chilenas: el Premio Nacional de Literatura.
El 12 de julio de 1973, ocho años después de la edición de sus obras completas con prólogo a cargo de Ricardo Latcham, Fernando Santiván falleció en un hospital de Valdivia.
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