En 1930, la primera constitución uruguaya cumplió cien años de historia. Por eso a los autores que se destacaban por aquellos años se los suele reunir en un grupo conocido como la Generación del Centenario.
Dentro de ese conjunto se destaca Francisco “Pancho” Espínola, un escritor nacido el 4 de octubre de 1901 en San José de Mayo, donde completó los estudios primarios y secundarios. Luego estudió medicina en Montevideo sin llegar a recibirse y comenzó a escribir y a ejercer el periodismo (llegando a ser director del diario La paz).
Mientras colaboraba con diferentes medios y publicaba sus primeros libros, Espínola ejerció la docencia y se sumó a la lucha armada contra el régimen de Gabriel Terra. Por este activismo fue encarcelado en 1935. Cabe destacar que su padre fue un caudillo del Partido Blanco que resultó herido en un combate y que participó de diversos levantamientos armados.
La obra literaria de Espínola se compone de cuentos, novelas, ensayos y obras infantiles. “Raza ciega”, “Qué lastima”, “Visita de duelo”, “Saltoncito”, “Milón, el ser del circo”, “Sombras sobre la tierra”, “El hombre pálido”, “Rancho en la noche”, “Las ratas”, “Don Juan, el zorro” y “Rodríguez” son algunos de sus trabajos más conocidos.
Gracias a su talento, Espínola ganó el Premio Nacional de Literatura en 1961. Una década después, se afilió al Partido Comunista. Su fallecimiento tuvo lugar el 26 de junio de 1973, un día antes del golpe de Estado. Por esta circunstancia, su velatorio se convirtió en un hecho político trascendente.
Después de su muerte, Francisco Espínola recibió diversos homenajes. El establecimiento educativo en el que se formó en San José de Mayo fue rebautizado con su nombre, al igual que un salón de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República (UdelaR).
Comentarios3
Un orgullo para el Uruguay...a mí modo de ver poca difusión de su obra ...más jóvenes deberían saber de la herencia literaria q nos dejó .
Hay algún muy pequeño error en la síntesis biográfica de "Paco" Espínola. No es relevante su afiliación al Partido Comunista como se destaca. Incluso la anécdota fue que estando en la intimidad del hogar, cuando se le preguntó qué iba a votar dijo que como toda su familia, votaría a los blancos (el Partido Nacional). Y su esposa le habría contestado: -Tu familia ahora somos nosotros y todos somos del partido comunista! Paco pensó y le contestó: -Pucha, si tenés razón!
¡Gracias Rubenedu por el aporte!
Un saludo.
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