El dominicano Francisco Gregorio Billini Aristi, quien a lo largo de su vida sumó experiencia como pedagogo, político y escritor, nació el 25 de abril de 1844 en Santo Domingo.
Este descendiente de la pareja conformada por Hipólito Billini Hernández y María de Regla Aristi Guerrero, llegó a ser presidente de su nación pero no profundizaremos específicamente en esa faceta sino que repasaremos su trayectoria haciendo foco en su desempeño en materia cultural.
Tras asistir al Colegio del Padre Boneau (institución en la cual le enseñaron a escribir en español, italiano y latín), Francisco continuó su formación académica en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino.
También es interesante saber que quien fuera desterrado en 1868 militó en el Partido Azul, se involucró en la llamada Guerra de la Restauración y tuvo varios cargos públicos (asumió como diputado, ministro de Guerra y Marina y presidente del Senado, por enumerar algunos de los desafíos que afrontó).
En marzo de 1879, este hombre que llegó a dirigir el Colegio San Luis Gonzaga creó “El Eco de la Opinión”, un periódico que tuvo más de dos décadas de existencia. Meses más tarde, celebró su boda con Ángela Paulino Rodríguez y fruto de ese amor nació Hipólito, su único hijo. Billini Aristi fue, asimismo, colaborador de medios como “El Mensajero”, “El Nacional” y “El Patriota”.
“Baní o Engracia y Antoñita” es su libro más trascendente, aunque hay en “Más que un eco de la opinión” textos suyos que merecen ser conocidos más allá del tiempo y las fronteras geográficas. “Amor y expiación”, “Una flor del Ozama” y “Los enamorados de Carmita” son otros títulos que enriquecen su producción.
Cabe destacar que la muerte de Francisco Gregorio Billini se produjo el 28 de noviembre de 1898 en su localidad natal. En 1998, por orden del entonces presidente de la República Dominicana, sus restos fueron llevados al Panteón Nacional de Santo Domingo.
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