Francisco Nieva

Obras de teatro, novelas, cuentos, ensayos y artículos periodísticos forman parte de la producción literaria de Francisco Morales Nieva, un autor español nacido el 29 de diciembre de 1924 en la localidad de Valdepeñas.

Amante del teatro desde pequeño, repartió sus días de infancia entre Toledo, Sierra Morena y su ciudad natal, de acuerdo a distintas mudanzas de su familia. En 1941, se radicó en Madrid, donde quiso formarse como actor pero encontró la oposición de su padre.

Finalmente, Nieva ingresó a la Academia de Bellas Artes de San Fernando para estudiar pintura. Mientras entabló amistad con intelectuales como Eduardo Chicharro y Carlos Edmundo de Ory, comenzó a desarrollar su carrera como artista plástico. También, en los últimos años de la década de 1940, empezó a escribir obras teatrales.

En el ’48, Nieva emigró a París, donde vivió por quince años. En la capital francesa contrajo matrimonio y obtuvo el Premio Polignac por su labor artística. Tras un breve paso por Venecia (Italia), en 1964 retornó a Madrid.

“El combate de Ópalos y Tasia”, “El rayo colgado”, “Coronada y el toro”, “El baile de los ardientes”, “Corazón de arpía”, “La señora Tártara”, “Los españoles bajo tierra”, “Manuscrito encontrado en Zaragoza” y “Tórtolas, crepúsculo y… telón” son algunas de sus obras de teatro que llegaron al escenario.

Nieva también es el autor de las novelas “La llama vestida de negro”, “Granada de las mil noches”, “Oceánida”, “La mutación del primo mentiroso” y “Viaje a Pantaélica” y de los libros de relatos “Argumentario clásico”, “Los rabudos y otros cuentos” y “Carne de murciélago”. Además publicó sus memorias: “Las cosas como fueron”.

Ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Nacional de Teatro, el Premio Nacional de Literatura Dramática, el Premio Max de las Artes Escénicas, el Premio Mariano de Cavia de Periodismo, el Premio Valle-Inclán y la Medalla de Oro a las Bellas Artes, Francisco Nieva obtuvo un doctorado honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha y ocupa, desde 1990, la silla J de la Real Academia Española.