Al hacer foco en los máximos exponentes de la literatura italiana adquieren relevancia numerosos intelectuales, entre los cuales aparece Giovanni Pascoli, cuya vida y obra vamos a repasar a continuación.
Este hombre, perteneciente a una familia numerosa, nació el 31 de diciembre de 1855 en la localidad de San Mauro di Romagna.
En agosto de 1867, su vida cambió para siempre porque su progenitor, encargado de administrar un inmueble que formaba parte del patrimonio de los príncipes de Torlonia, fue asesinado y, desde entonces, la economía del hogar, una propiedad que tuvieron que abandonar, fue cada vez más complicada. Además, meses más tarde quedó huérfano de madre y sufrió la pérdida de una de sus hermanas. Lejos de encontrar estabilidad emocional para sobreponerse y salir adelante, Giovanni se vio obligado a enfrentar en 1871 el deceso de su hermano Luigi y, cinco temporadas después, el fallecimiento de Giacomo, su hermano mayor.
Para que él pudiera continuar su formación académica fue clave el respaldo de uno de sus profesores, quien lo incentivó para ampliar sus conocimientos en Florencia. En Bolonia, donde fue detenido y llevado a prisión por ser parte de una manifestación socialista opositora al gobierno, asimismo, se especializó en Letras, graduándose en 1882. Al respecto, cabe destacar que la escritura lo ayudó a poner en palabras todas las sensaciones y reflexiones generadas por los golpes que recibió en un corto periodo de tiempo.
Pascoli, quien dio clases de griego, literatura y latín en múltiples instituciones, fue colaborador de la revista “Vita Nuova”, asistente del Ministerio de Instrucción Pública en Roma y director de una colección editorial denominada “La biblioteca del pueblo”.
“Myricae”, “Minerva oscura” y “Cantos de Castelvecchio y otros poemas” son parte de la producción literaria de este autor que falleció el 6 de abril de 1912 en Bolonia como consecuencia de un cáncer intestinal. Sus restos fueron llevados al cementerio de Castelvecchio.
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