El 13 de noviembre de 1899 en la ciudad mexicana de Oaxaca de Juárez se produjo el nacimiento de Gonzalo Báez-Camargo, quien a lo largo de su vida sumó experiencia como académico, traductor, periodista y escritor.
Este hombre que apeló al seudónimo de Pierre Gringoire para firmar varias de sus obras inició su formación académica en su localidad natal y, más tarde, asistió a la Escuela Normal del Estado y al por entonces llamado Instituto Metodista Mexicano de Puebla.
Tras participar en la Revolución Mexicana integrando una brigada del Ejército Constitucionalista, Báez-Camargo continuó sus estudios como alumno de la Escuela Nacional de Altos Estudios ubicada en la Ciudad de México y del Seminario Evangélico Unido.
“La Opinión”, “La Voz de Puebla”, “El Heraldo de México”, “El Mundo Cristiano”, “Excélsior”, “Cuadernos Americanos” y “Tribuna Israelita” son algunos de los numerosos medios a los cuales Gonzalo enriqueció con sus textos.
Este intelectual que enseñó Periodismo, Literatura y Lenguas Hebreas en múltiples entidades educativas, además, fundó en 1937 una revista que bautizó como “Luminar”.
“Improntas bíblicas”, “Principios y métodos de la educación cristiana”, “La verdad y los errores del marxismo”, “La superstición de la sangre aria”, “El protestantismo en Iberoamérica”, “El reto de Juan Wesley a los metodistas de hoy”, “¡Por Cataluña!” y “Los rollos del Qumran” son algunos títulos que componen el legado de este autor que, durante su carrera, fue honrado con el Premio de Poesía Popular, el Premio Nacional de Periodismo, una Medalla de Plata concedida por la República Francesa, el título de Comendador de la Orden de la Liberación de España y con diversos doctorados Honoris Causa, por ejemplo.
Gonzalo Báez-Camargo, quien fuera miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, integrante de la Sociedad Bíblica de México y parte de la Academia Nacional de Historia y Geografía, encontró la muerte el 31 de agosto de 1983 en la capital de su país.
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