La ciudad chilena de San Fernando vio nacer, en 1906, a Gonzalo Drago Gac, un destacado autor y crítico. Por motivos familiares, su infancia la vivió en diversas localidades, una particularidad que dificultó su formación académica y que lo llevó a convertirse en autodidacta.
A lo largo de su vida, Drago tuvo múltiples oficios y empleos. Fue empleado en un ferrocarril, trabajó en una compañía minera y se desempeñó como funcionario público. De manera simultánea a su actividad laboral dedicó mucho tiempo a la lectura, desarrollando una importante formación cultural que le permitió comenzar a escribir sus propios textos.
En 1928, instalado en Rancagua, se sumó al diario La Semana. Allí publicó crónicas y poemas, firmando como Alsino y Ateneo. También escribió para El Rancagüino, El Cóndor, La Región y La Voz de Colchagua.
En el terreno literario, su ópera prima fue “Cobre”. Publicada en 1941, esta obra que fue aclamada por Ricardo Latcham retrata la dura vida de los mineros. Drago continuó su producción dos años más tarde con “Flauta de caña”, un poemario cuyo prólogo fue escrito por Óscar Castro.
Pasarían otros tres años hasta el siguiente libro de Drago: “Una casa junto al río”. Este trabajo de 1943 incluye una novela corta y varios cuentos que giran en torno a las injusticias sociales.
Drago volvió a mostrar su talento como cuentista en “Surcos” (1948). Gracias a “El purgatorio” (1951) recibió un premio de la Sociedad de Escritores de Chile, aunque la trama con críticas al servicio militar también le valió críticas.
“La esperanza no se extingue” y “Mister Jara” son otras obras de este autor que, junto al mencionado Óscar Castro y otros escritores, formó parte del grupo conocido como Los Inútiles. Gonzalo Drago también suele ser mencionado como parte de la Generación del 38 encabezada por Nicomedes Guzmán. El 24 de junio de 1994, en Santiago, se produjo su deceso.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.